La Mortalidad Infantil !!

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domingo, 5 de septiembre de 2010

Morbimortalidad Neonatal

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No Llores

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Mortalidad Infantil

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La Desnutricion

Objetivo del Milenio 4: Mortalidad Infantil

Mortalidad Infantil UAH

Objetivos Del Milenio

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre.



La región de Asia oriental y el Pacífico ha progresado en forma espectacular —ha bajado del 56% en 1990 al 18% en 2005. Asia meridional ha disminuido su índice de pobreza del 51% al 40%.



África: al sur del Sahara no ha mostrado una tendencia descendente constante en la reducción de la pobreza en el transcurso del tiempo y la población pobre ha aumentado substancialmente.

 
Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.



El progreso ha sido generalizado. En Asia oriental y el Pacífico, Europa y Asia central, y América Latina y el Caribe, la tasa de terminación del ciclo primario llega o se acerca al 100%, aunque algunos países de estas regiones no están bien encaminados.

 
Objetivo 3: Promover la igualdad de género y el apoyo a la mujer.

 La mayor disparidad en la educación entre niños y niñas ocurre en las regiones donde los índices de terminación del ciclo primario y los ingresos medios son los más bajos. A grandes rasgos, todas las regiones, excepto África al sur del Sahara, están en camino de lograr esta meta, aun cuando algunos países están estancados.



Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.



A pesar del progreso, las tasas de mortalidad en niños menores de cinco años se mantienen a niveles inaceptablemente altos. Con 157 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, África al sur del Sahara representa aproximadamente la mitad de las muertes de niños menores de cinco años del mundo en desarrollo. La epidemia del VIH/SIDA y los conflictos civiles han obstaculizado el avance en la reducción de la mortalidad infantil.

 
Objetivo 5: Mejorar la salud materna.



Poco progreso se registró en salvar la vida de las madres. La tasa de mortalidad materna disminuyó menos del 1% por año entre 1990 y 2005, mucho más lenta que la mejora necesaria del África al sur del Sahara es la región con el mayor índice de mortalidad materna (900 muertes por cada 100.000 nacidos vivos), 20 veces mayor que el índice de mortalidad de Europa y Asia central (44) en 2005.

 
Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.




En 2007, la tasa de prevalencia del VIH entre hombres y mujeres de 15 a 49 años fue más alta en África al sur del Sahara (5,7%), superando con creces el promedio de todos los países en desarrollo (0,9%). Las regiones con la tasa más baja de prevalencia fueron Asia oriental y el Pacífico (0,2%) y Oriente Medio y África septentrional (0,1%).











sábado, 4 de septiembre de 2010

Mortalidad Infantil

Mortalidad Infantil



















El número de muertes de niños en el mundo, aumenta tristemente año tras año. La cantidad de muertes son mayores en los países con menos recursos o en estado de guerra, como Afganistán.


En demografía, tasa que indica el número de individuos menores de nueve años fallecidos a lo largo de un periodo de tiempo determinado. La medida de la mortalidad infantil, así como el de la esperanza de vida, o edad promedio que se alcanza en la vejez, es uno de los indicadores del grado de desarrollo social con el que cuenta un grupo humano.


Por regla general, los datos se expresan en términos de número de muertes por cada mil individuos, agrupado por edad, sexo, localidad o país, o grupo social. Dentro concepto de mortalidad infantil hay varias categorías: neonatal, posneatal, e infantil y otros como preescolar y escolar.


La erradicación de enfermedades, los cuidados prenatales, las condiciones de higiene, así como el número de centros de salud y su equipamiento por número de habitantes son factores que contribuyen a que disminuya la tasa de mortalidad infantil.

 
Muerte por Ininacion


El clima, la deficiente planificación agrícola, la inestabilidad política, la ineficacia y mala administración de los recursos naturales, son las causas por las que millones de niños mueren de hambre en el mundo. La tasa de mortalidad infantil es una de la más alta en el continente africano.

 
Mortalidad en el mundo

Estos son los páises por Continentes con mayor indice de Mortalidad Infantil


Europa: Albania- 30%


África: Sierra Leona- 166%


Oceanía: Papua-Nueva Guinea 68%


América Central y América del Sur: Haití- 86%


Argentina 24% (en aumento en los últimos años)


América del Norte: México- 36%


Asia: Bután- 124%

AFRICA.- UNICEF ALERTA DE QUE LA GRAN MAYORÍA DE LA MORTALIDAD INFANTIL MUNDIAL SE REGISTRA EN AFRICA


AFRICA.- UNICEF ALERTA DE QUE LA GRAN MAYORÍA DE LA MORTALIDAD INFANTIL MUNDIAL SE REGISTRA EN AFRICA

La agencia advierte de la necesidad de fomentar la paridad de género mediante la escolarización de las niñas
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó hoy de la necesidad de combatir los grandes problemas que arrastran los niños en el continente africano, ya que siete de los diez países del mundo con mayor índice de mortalidad de menores de cinco años se encuentran en Africa Central y Occidental. El 8 por ciento de estas muertes se deben al sida. Asimismo, advirtió de que en Africa se hallan ocho de los diez países del mundo que más lejos están de alcanzar la paridad de género y destacó la importancia de fomentar la escolarización de las niñas para revertir esta situación.
El tema de la educación en Africa fue uno de los principales puntos destacados hoy, durante un encuentro con los medios de comunicación en la sede de UNICEF en Madrid, por la encargada del programa humanitario de la agencia en Casamance (sur de Senegal), Carmen Garrigos, una valenciana de 50 años, enfermera de profesión y especializada en medicina tropical.
En esta región senegalesa, donde Garrigos trabaja desde 2000, UNICEF-España está implicada en un proyecto de educación cuyo principal objetivo es conseguir la paridad educativa entre niños y niñas, con la colaboración del Ministerio de Educación de Senegal. Según Carmen Garrigos, lo habitual en esta región --de mayoría musulmana-- es que cuando la niña alcanza la pubertad, una vez que ha aprendido el Corán, la comunidad considera que "ya ha cumplido" y que debe dejar la escuela para ayudar a sus madres en las tareas familiares y del campo.
Por ello, la principal estrategia en la zona ha consistido en atraerse el apoyo de los líderes religiosos, lo cual, según UNICEF, ha mejorado la permanencia de las niñas en la escuela y ha favorecido un cambio de actitud del profesorado y una mayor implicación de los padres. "Si el hijo del imam va a la escuela, los demás se animan a mandar a sus hijos", afirmó Garrigos. "Para ello, hemos acudido incluso a textos del Corán, como el que dice que hay que buscar la sabiduría incluso en China", explicó.


La responsable destacó cómo en localidades muy próximas entre sí, con la misma religión y pertenecientes al mismo clan, la diferencia de escolarización de niñas puede registrar diferencias importantes, desde el 10 hasta el 70 por ciento. La clave, precisó, está en el grado de implicación de la propia escuela a la hora de acercarse a los hogares para captar alumnas. "Las escuelas y los profesores que consiguen atraer niñas se benefician del apoyo de UNICEF", explicó.
El proyecto en Casamance incluye la construcción de pozos y letrinas próximas a escuelas (que ya benefician a 56.000 niños) o la sensibilización contra las minas y frente al conflicto intercomunitario que se vive en la región. Cerca de 122.000 niños de 141 escuelas "ya han visto el vídeo, en lengua local, de sensibilización sobre las minas". Aparte, los propios maestros reciben capacitación para la prevención en situación de conflicto y para paliar el estrés que éste causa en los niños

La crisis económica mundial y su influencia en los logros y avances de la reducción de la


La crisis económica mundial y su influencia en los logros y avances de la reducción de la



mortalidad infantil


La Mortalidad Infantil (MI) representa el riesgo (probabilidad) de morir durante el primer año o antes


de los cinco años de vida (MI en menores de cinco años). Es un indicador sintético del desarrollo


social y económico de toda una comunidad, que se utiliza como medida de bienestar social,


desbordando los límites del sistema sanitario de una nación. La MI es un evento trazador del


desarrollo y del estado de salud de la población, particularmente de la capacidad de la sociedad en


conjunto para brindar adecuada y oportuna atención al binomio madre- hijo; está relacionada con la


calidad y acceso a los servicios de salud, el nivel de instrucción de la madre, con el acceso a


alimentos en adecuada calidad y cantidad en la mujer gestante y durante los primeros cinco años


de vida, la conformación de la familia y con los factores intrínsecamente unidos al evento como el


parto prematuro, el bajo peso al nacer y las edades extremas de la madre4.


Entre las principales causas de mortalidad infantil se encuentran causas prevenibles tales como la


desnutrición, las enfermedades respiratorias e intestinales, el paludismo y el sarampión. Otras


causas son: infecciones, anomalías congénitas, Síndrome de Muerte Súbita, accidentes, entro


otros.


Como se evidencia, la mortalidad infantil es el resultado de diversos factores socio-ambientales y


económicos relacionados entre sí. Igualmente, los Objetivos de Desarrollo del Milenio presentan


sinergias que permiten que el avance o retroceso de alguno, afecte el cumplimiento de los otros.


En este sentido, la crisis mundial sin duda afecta los logros y avances alcanzados a la fecha en la


reducción de la mortalidad infantil, debido a que factores tales como:


- la caída en los ingresos de los hogares,


- la reducción en los gastos de información y servicios de salud pública que pone en riesgo a las


mujeres embarazadas y a los recién nacidos y niños,


- el aumento del costo de los alimentos,


- el aumento en el costo de las vacunas o de la financiación para adquirirlas.


Entre otros, podrían aumentar aún más el deceso de lactantes y niños de corta edad, con impactos


desproporcionados en mujeres y niñas. Una estimación sugiere que el resultado del colapso

Causas de las desigualdades en salud infantil

Causas de las desigualdades en salud infantil


Se estima que más de la mitad de las muertes en menores de 5 años son atribuibles a pocas enfermedades, especialmente neumonía, diarrea, malaria, sarampión y HIV/sida. La desnutrición se asocia con aproximadamente el 60% de estas muertes. Estas enfermedades afectan principalmente a los pobres. Los determinantes inmediatos afectan directamente la salud infantil (por ejemplo, las prácticas alimentarias, las actividades preventivas, la atención durante el embarazo y el parto), mientras que los determinantes subyacentes actúan indirectamente mediante sus efectos sobre los determinantes inmediatos (por ejemplo, educación materna, ingreso familiar, acceso a los sistemas de salud).


El bajo peso de nacimiento está relacionado con la desnutrición materna antes y durante el embarazo y las deficiencias en micronutrientes de la madre aumentan la morbimortalidad en los niños. Un niño desnutrido tiene más probabilidades de contraer infecciones y la desnutrición contribuye en al menos un tercio de las muertes en los menores de 5 años. El amamantamiento exclusivo durante los primeros 6 meses brinda los nutrientes requeridos y reduce la mortalidad infantil por enfermedades infecciosas y desnutrición.


En casi todos los aspectos nutricionales los pobres tienen desventajas con respecto a las personas con mejores condiciones socioeconómicas. En efecto, el estado nutricional materno es peor en los países pobres y, dentro de las naciones, entre las personas con menores ingresos. La ingesta calórica proveniente de las comidas complementarias, que se torna importante después de los 6 meses, marca una brecha socioeconómica, así como el consumo de sal yodada, que también es menor en las regiones pobres. El único patrón alimentario que es favorable para los pobres es la lactancia materna, principalmente en los países en vías de desarrollo, ya que el amamantamiento disminuye con el incremento del nivel socioeconómico. La higiene, el acceso a agua segura y a redes cloacales, así como el ambiente en el que viven los niños son también determinantes inmediatos importantes para la salud infantil. La eliminación adecuada de las heces, así como el lavado de manos luego de la defecación y antes de la preparación de las comidas puede proteger a los niños de las diarreas y otras enfermedades transmisibles por el agua. La contaminación del aire doméstico producto de la combustión del carbón y otros combustibles como madera, estiércol y residuos de fibras para cocinar o calefaccionar la vivienda, junto con la inadecuada ventilación, incrementan el riesgo de neumonía en los niños y el bajo peso de nacimiento. En estos aspectos, los pobres también tienen desventajas con respecto a las personas con mayores recursos socioeconómicos.


La atención durante el embarazo y el parto tiene como consecuencia que los recién nacidos sean más sanos y puede contribuir a la implementación de prácticas adecuadas de alimentación para el neonato, el niño y sus madres. El mayor intervalo entre los embarazos puede mejorar la supervivencia de los niños subsiguientes. La vacunación contra el sarampión demostró efectos beneficiosos. El uso regular de insecticidas para la prevención de la malaria puede reducir las tasas de infección y mortalidad en las áreas geográficas endémicas. Los pobres tienen menores tasas de atención durante el embarazo y el parto, de uso de anticonceptivos y de vacunación. La demora en la búsqueda de atención médica para algunas enfermedades infantiles contribuye en hasta el 70% de las muertes en la edad pediátrica. La decisión de consultar al médico se asoció con un mayor nivel socioeconómico, al igual que la adhesión al tratamiento.


El hecho de que la mayoría de los determinantes inmediatos de la salud infantil sean peores en los pobres, no necesariamente significa que solamente los bajos ingresos económicos sean la causa de estas desigualdades, ya que hay otros factores determinantes subyacentes involucrados. La mayoría de los determinantes inmediatos tienden a mejorar con los mayores ingresos económicos, como la ingesta calórica de los adultos, la probabilidad de atención durante el embarazo y el parto, la probabilidad de vacunar a los niños, la disminución de la contaminación dentro del hogar y la probabilidad de búsqueda de atención médica ante las enfermedades. No sólo es importante el ingreso económico total, sino el grado de control que ejercen las mujeres sobre los recursos financieros del hogar. Además, los precios elevados tienen mayor impacto en los hogares pobres, especialmente en el costo de los alimentos y el acceso a los servicios de salud.


La provisión de servicios sanitarios accesibles y de buena calidad también es importante y en estos aspectos los pobres tienen desventajas. La accesibilidad depende de la distancia geográfica, de la infraestructura de los caminos y de los medios de transporte, y los pobres en general deben recorrer mayores distancias para lograr atención médica. Por otro lado, los servicios sanitarios de las regiones pobres pueden ser accesibles geográficamente, pero mal organizados y carentes de recursos humanos y materiales como drogas, vacunas, anticonceptivos o personal entrenado. En muchos países se encontró que el nivel de educación de la madre se asoció con un incremento en la supervivencia del niño y una disminución de la desnutrición, aun cuando otros factores determinantes hayan permanecido constantes.


La mayoría de los determinantes inmediatos como la ingesta de comidas complementarias en los lactantes, la buena higiene como el lavado de manos y la eliminación apropiada de las heces, la probabilidad de recibir atención médica durante el embarazo y el parto, la correcta inmunización de los hijos, la probabilidad de buscar atención médica frente a las enfermedades infantiles y la adhesión a los tratamientos mejoran con los mayores niveles de educación materna. El vínculo entre educación materna y salud infantil y la tendencia de las mujeres pobres a tener un menor nivel de educación constituyen una de las explicaciones clave de por qué los niños pobres mueren antes y están desnutridos. Otro factor importante es la infraestructura de la comunidad, como la provisión de agua potable y de sistemas de desagües cloacales, así como la disponibilidad de electricidad. La disponibilidad de agua segura para el consumo y la adecuada eliminación de los desechos mejoran la salud infantil, la provisión de electricidad se asoció con una menor mortalidad infantil.

Infecciones respiratorias, desnutrición y accidentes caseros: causas de mortalidad en menores de cinco años

Infecciones respiratorias, desnutrición y accidentes caseros: causas de mortalidad en menores de cinco años



El cuidado de los padres hacia sus hijos y el fotalecimiento de las políticas institucionales son algunos elementos necesarios para evitar esta clase de problemas.


Las infecciones respiratorias, la desnutrición y los accidentes caseros son unas de las causas principales de mortalidad en niños menores de 5 años.


La mortalidad infantil es un indicador del nivel de desarrollo de un país y, de algún modo, el reflejo de sus prioridades, según Unicef. En Colombia, la tasa de mortalidad en menores de 5 años es de 22 niños por cada 1.000 nacidos vivos.


La primera causa de fallecimientos en esta edad es la infección respiratoria aguda (26 por ciento), seguida de la desnutrición y la anemia (21 por ciento), las malformaciones congénitas (19 por ciento) y los accidentes en el hogar (17 por ciento). Entre más pequeño es el niño, más probable es que el accidente lo cause alguien cercano a él (un familiar).


“El 75 por ciento de las muertes antes del primer mes de vida se presentan en la primera semana y representan el 51 por ciento de la mortalidad en infantes menores de 5 años”, afirma Hernando Baquero, presidente de la Asociación Colombiana de Neonatología. Las principales causas son prematurez, infección severa, asfixia y sus complicaciones.


La tasa de mortalidad en menores de 1 año es de 16 niños por cada 1.000 nacidos vivos. La neonatal (antes del mes de vida) se estima en 12 por cada 1.000 nacidos vivos –otros hablan de 7,2-. En el 2006 fallecieron 6.753 bebés entre el nacimiento y los 28 días, de acuerdo con registros del Dane.


Según el doctor Baquero, la probabilidad de morir en los primeros 28 días de vida se duplica en zonas como el Chocó, los Llanos Orientales y la Costa Atlántica.


“Con respecto a la mortalidad fetal o neonatal, se estima que un alto porcentaje está definido por el estado de salud de la madre, otro por la organización de los servicios de salud e, igualmente, por las condiciones del feto”, indica el Ministerio de la Protección Social. En América Latina y el Caribe –dice un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)- nacen cada año alrededor de 12 millones de niños y de estos se calcula que cerca de 400.000 mueren antes de cumplir los 5 años de edad y 270.000 fallecen antes del primer año. Entre 1990 y el 2003, el promedio regional de la mortalidad infantil disminuyó de 43 a 25 por 1.000 nacidos vivos.


Causas prevenibles


La IRA (Infección Respiratoria Aguda) y la EDA (Enfermedad Diarreica Aguda), por ejemplo, son prevenibles con lactancia materna, higiene y saneamiento básico, vacunación y controles médicos.


En los recién nacidos, el bajo peso al nacer es otra causa de mortalidad y tiene estrecha relación con la nutrición de la mamá. “La probabilidad de que un niño con bajo peso fallezca en el primer año de vida es de dos a cuatro veces mayor comparada con la de los niños que nacen con un peso adecuado. Además, tiene mayor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades coronarias e hipertensión arterial, patologías adultas de origen fetal”, afirma Nora Corredor, oficial de proyectos de salud y nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef.


La desnutrición y la anemia también son prevenibles; así mismo, enfermedades congénitas como los defectos del tubo neural. Estos se pueden evitar en más de un 50 por ciento con el consumo de ácido fólico antes del embarazo, indica la experta. Si las mujeres en edad fértil ingieren alimentos ricos en este nutriente, disminuyen las probabilidades de dicha malformación, conocida como espina bífida, pues el tubo neural se forma en las primeras semanas de gestación.


Si en los primeros tres meses de embarazo la mujer no come de forma balanceada, afecta la capacidad del embrión para desarrollarse y sobrevivir; así mismo, una nutrición deficiente al final de la gestación puede provocar retraso en el crecimiento fetal.


En este estado se requieren calorías adicionales al día y mayores cantidades de vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas. “No podemos separar la salud de la madre de la del recién nacido, y la mortalidad materna es alta aún. Cuando la mujer muere en los momentos previos al parto, es mayor la probabilidad de que ese hijo muera en el primer año de vida. Hay que disminuir la mortalidad neonatal con servicios de atención obstétrica de calidad, alimentación adecuada a las gestantes y atención adecuada en el posparto”, comenta la oficial Nora Corredor.


Así mismo, una atención de calidad desde la gestación podría disminuir la muerte prenatal. En el país mueren, en promedio, cerca de 600 gestantes cada año por complicaciones derivadas del embarazo y el parto. En el 2006, la tasa de mortalidad se ubicó en 75 muertes por cada 100.000 nacidos vivos (dato del 2006). Aunque si bien aún es alta, es mucho menor que la registrada en el año 2000: 104,9 por cada 100.000.


Según el Ministerio de la Protección Social, ha habido una reducción cercana al 46 por ciento en estas cifras entre los años 1998 y 2006.


Las principales causas de mortalidad materna son: enfermedad hipertensiva, hemorragias, complicaciones del embarazo, el parto y el puerperio, infecciones, parto obstruido, enfermedades infecciosas y aborto.


“Gran porcentaje de la morbilidad y mortalidad materna está relacionada con las condiciones de operación del servicio, del conocimiento y habilidad del talento humano para resolver adecuada y oportunamente las complicaciones”, dice el Ministerio.

Enfermedades respiratorias y diarreas, principales causas de muerte infantil

Enfermedades respiratorias y diarreas, principales causas de muerte infantil

Unos 45 niños y niñas menores de cinco años mueren por infecciones respiratorias agudas y diarreas

Tegucigalpa, Honduras. (18 ENERO 2008) Enfermedades respiratorias agudas, diarreas, prematurez, problemas perinatales son las principales causas de la muerte infantil de acuerdo a datos estadísticos de la Secretaría de Salud.
Estos resultados concuerdan con los del Estado Nacional de la Infancia 2007 presentado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) donde se detalla que el mayor numero de muertes de niños y niñas menores de cinco años es debido a diarreas, enfermedades respiratorias agudas y problemas ocasionados durante el parto.
Además, las estadísticas manejadas por la Secretaría de Salud reflejan que la mortalidad materna ha experimentado un descenso importante, pues de 182 mujeres que morían al dar a luz se ha reducido a 108.
En cambio, la mortalidad infantil es de 23 por cada mil niños nacidos vivos siendo las causas principales problemas perinatales como trauma, sepsis y prematurez.
Asimismo, el informe resalta que unos 45 niños y niñas menores de cinco años mueren por infecciones respiratorias agudas y diarreas.
Por lo anterior, una de las prioridades del sector salud es fortalecer las acciones de prevención de mortalidad materna e infantil, contempladas en el Plan Sub-sectorial financiado por Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En ese sentido, se contempla la construcción de nueve clínicas materno-infantil, dos hogares maternos y mejoras en el hospital de Gracias, Lempira y La esperanza, Intibucá además de contratar más recursos humanos y comprar equipo medico quirúrgico.
Para lograr este objetivo, la Secretaría de Salud esta brindando apoyo y extensión de cobertura a la estrategia de Atención Integral del Niño en la Comunidad (AIN-C) en los departamentos de Copán, Lempira, Intibucá, La Paz, Ocotepeque y El Paraíso.
No obstante, para la implementación del Plan Sub-sectorial para la reducción de la mortalidad materna e infantil se han recibido 116 mil millones de lempiras de diferentes agencias de cooperación canalizados a Copán, La Paz, Lempira e Intibucá por ser los departamentos más pobres del país.
También se prevé fomentar una campaña masiva de comunicación materno infantil.

Mortalidad Neonatal

Mortalidad Neonatal



La difusión de medidas simples evitaría tres millones de muertes de recién nacidos


Unos 450 bebés mueren cada hora por causas prevenibles. Una serie de estudios, publicada en The Lancet, denuncia las altas cifras de mortalidad durante las cuatro primeras semanas de vida.
Cada año, cuatro millones de bebés fallecen durante estas primeras semanas de vida. A pesar de que el 99% de estas muertes se produce en los países de riqueza baja o media, son las naciones ricas las que concentran la mayoría de recursos para fomentar la supervivencia. Éstas son sólo algunas de las conclusiones expuestas en una serie de estudios publicados en The Lancet con los que se pretende concienciar sobre la mortalidad neonatal.
Hace más de cuatro años, los 192 estados miembros de la ONU se comprometieron a cumplir los "Objetivos de desarrollo de la ONU" para el año 2015. Entre ellos se incluye la intención de reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años y la de disminuir los fallecimientos maternos en un 75%.
El primer trabajo de la serie sobre superviencia neonatal destaca que el número de muertes en las cuatro primeras semanas de vida sigue aumentando. Tres cuartas partes de estos fallecimientos tienen lugar durante los primeros siete días y, sobre todo, en las horas posteriores al alumbramiento.

Las infecciones severas (en un 26% de los casos), un nacimiento prematuro (28%) y la asfixia (23%) son las causas principales, según apuntan los autores. El bajo peso del bebe, las complicaciones del parto y la pobreza son otros factores que también están estrechamente ligados.
"Mientras que desatendemos estos retos, 450 recién nacidos mueren cada hora, principalmente por causas prevenibles, lo que es inconcebible en el siglo XXI", concluye la investigación.
El segundo artículo publicado en The Lancet analiza 16 tipos de iniciativas con las que disminuir la tasa de mortalidad. "Están disponibles una serie de intervenciones factibles y altamente rentables que pueden evitar hasta un 72% de los fallecimientos neonatales", afirman los autores de esta investigación provenientes de Inglaterra, Suiza, Pakistán y EEUU.

Según ellos mismos explican, es necesario propiciar los cuidados en la familia o en la comunidad y, en general, fuera de los hospitales. En este sentido, es importante una educación sanitaria que permita "mejorar las prácticas en los hogares, crear demanda de una atención cualificada y mejorar su búsqueda". "El verdadero reto es hacerlo llegar con una amplia cobertura a los países que tienen unos sistemas sanitarios débiles", añaden.
"Generar una intención política y un liderazgo es el verdadero desafío al que se enfrentan los legisladores y los sistemas de salud a la hora de convertir nuestras estimaciones en una realidad", recalca el texto.


"Cada año cerca del 70% de las muertes neonatales (casi tres millones) se producen porque las intervenciones simples y eficaces no llegan a los que más lo necesitan".
Los autores de esta investigación afirman que, en los países con un mayor índice de mortalidad, este tipo de proyectos posee una cobertura baja, desequilibrada y lenta.

 
"Para mejorar el sistema y salvar las vidas de los recién nacidos y de sus madres, el análisis presentado aquí sugiere la necesidad de doblar o incluso cuadriplicar el presupuesto sanitario en muchos de los países más pobres del mundo, a la vez que se incrementa el compromiso de utilizar los recursos. Es esencial la acción en las naciones y dirigida por estas naciones", finaliza el documento.

 
"El progreso es posible en los estados de renta baja y que no poseen una tecnología muy desarrollada".

"Muchos legisladores y profesionales de la salud no son conscientes de que más de 10.000 bebés mueren a diario, principalmente por causas que se pueden prevenir".

"Es hora de traducir los imperativos políticos en esfuerzos programáticos, de convertir las declaraciones de intención en acciones, y de generar la voluntad política para afrontar el problema",
 inciden los investigadores mientras proponen una serie de acciones que podrían ejecutarse en el plano nacional o en el internacional.
"El coste por cada muerte neonatal que se evita se estima en unos 2.100 dólares (casi 1.600 euros). La salud materna, de los recién nacidos y de los niños recibe poca inversión en relación con la alta cifra de muertes. Los donantes internacionales y los líderes de los países en desarrollo deberían responsabilizarse de cumplir con sus compromisos y aumentar sus recursos", destaca.

Accidentes de tráfico, primera causa de mortalidad infantil

Accidentes de tráfico, primera causa de mortalidad infantil



En los últimos años se ha producido un aumento significativo de la concienciación en torno a las medidas de seguridad de los niños en materia de tráfico. Los expertos coinciden en que las cifras están mejorando mucho en este sentido.

Según el doctor Juan Carlos González Luque, miembro del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), “el 87% de los niños menores de 13 años hacen uso de un elemento de retención adecuado a su peso y edad. De hecho, en 2008 se redujo la tasa de mortalidad por esta causa en un 25% con respecto al año anterior”. Aún así, se estima que ese año fallecieron en España 84 niños menores de 14 años, de los que un 62% eran pasajeros de un vehículo en el momento de la colisión y un 29% peatones.

Este fin de semana se prevén más de cinco millones de desplazamientos en las carreteras españolas. Los accidentes de tráfico siguen siendo la primera causa de mortalidad infantil en los países de nuestro entorno. Prevenirlos pasa, sobre todo, por aplicar una serie de medidas sencillas que evitarían, según los expertos, muchos de estos dramas. Así, se estima que el uso adecuado de las sillas de seguridad podría evitar el 75% de las muertes por esta causa y el 90% de las lesiones. Y es que, a pesar de todo y afortunadamente, no siempre tenemos que hablar de mortalidad en estos casos. Eso sí, muchos de los niños que sufren este tipo de accidentes acaban con secuelas. Según el doctor González Luque, “el 25% de los menores que sufren un accidente de tráfico padecen secuelas de algún tipo que, en la mayoría de los casos son trastornos craneoencefálicos”.
En definitiva, las principales causas de los accidentes de tráfico en los niños se resumen en el incumplimiento de las recomendaciones de seguridad. “Cuando se emprende un viaje hay que empezar a prepararlo desde que se sale de casa y hasta que se llega al sitio de destino. Esto pasa, por tanto, por acondicionar el automóvil con todas las medidas de seguridad necesarias para que vayan protegidos”, explica, por su parte, el doctor Jorge Parise, también miembro del mismo Comité. En este sentido, el uso de las sillas de seguridad juega un papel muy importante que, además, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. “Hay que elegir el tipo de sillita en función de la edad, el peso y la talla”, señala el experto.

Enfermedades respiratorias y malformaciones: principales causas de mortalidad infantil

Enfermedades respiratorias y malformaciones: principales causas de mortalidad infantil



De acuerdo con las cifras entregadas por el Subdirector del Departamento Nacional de Planeación, Andrés Escobar, en Colombia las causas más comunes de muerte en niños menores de 5 años, responden a enfermedades respiratorias, malformaciones genéticas, maltrato, infecciones diarreicas y desnutrición.

Escobar dijo que estas causas obligan a tomar acciones inmediatas, porque estos factores de mortalidad se pueden evitar, con planes adecuados de vacunación, atención a las madres gestantes, buenos hábitos en la preparación de alimentos, planes y proyectos contra la pobreza y una educación que enseñe a los padres a no maltratar a sus niños.

Los departamentos de país que presentan mayores tasas de mortalidad en niños, son el Chocó, Guainía, Vichada y Amazonas.

 
"El objetivo de las políticas públicas del Departamento Nacional de Planeación tiene que ver con la red para la erradicación de la pobreza extrema, la Política Nacional de atención a la Primera Infancia y la política Nacional en Seguridad Alimentaria y Nutricional, que buscan enfocarse en los departamentos que presentan una situación crítica", precisó Escobar.

Los recursos que el gobierno espera destinar para erradicar esta mortalidad en la niñez ascienden a un total aproximado de 34 billones de pesos,

DESNUTRICIÓN INFANTIL: LOS EFECTOS DE UN PROBLEMA MUNDIAL

DESNUTRICIÓN INFANTIL: LOS EFECTOS DE UN PROBLEMA MUNDIAL




Unicef ofrece información interesantes sobre la desnutrición infantil


Periódicamente encontramos en los medios de comunicación la información sobre informes elaborado por entidades internacionales como UNICEF, por ejemplo, en los que se dan datos sobre la desnutrición infantil en el mundo, principalmente en los países del Sur. Pese a que los últimos datos marcan un descenso importante de la mortalidad infantil en general, tanto ésta como el nivel de desnutrición de niños y niñas de todo el mundo sigue siendo elevadísimo.


En muchas ocasiones leemos cifras y más cifras pero hoy nos preguntamos qué efectos y consecuencias puede tener la desnutrición infantil. Cabe aclarar que esta está categorizada como enfermedad, así que no pensemos que es una simple falta de alimentación sino que va mucho más allá, afectando a todos los órganos del ser humano.


Tampoco se debe siempre a una falta de cantidad de alimento, aunque es la principal causa. Otras opciones son una mala absorción del organismo, un exceso de pérdidas de alimento o la unión de varios de los elementos que hemos comentado. Por lo tanto, no sólo la cantidad sino también la calidad de la alimentación y el funcionamiento del propio organismo del niño influye. Teniendo en cuenta que en la mayoría de los países del Sur la alimentación, además de escasa, acostumbra a basarse en los mismos alimentos al día (arroz, por ejemplo), el poco equilibrio de vitaminas, proteínas, calcio y otros componentes que el organismo necesita contribuye también a la desnutrición.






El Informe del estado mundial de la infancia 2009 de UNICEF nos indica, además, que incluso los niños que nacen en los países del Tercer Mundo ya pueden nacer con desnutrición debido a la mala alimentación durante el embarazo, con lo cual ya padecen esta patología en el vientre de la madre. La desnutrición de las propias progenitoras es un gran riesgo para su salud y la de sus hijos, algo que por lo tanto amplía mucho más la perspectiva de este problema mundial.


Es por todo ello que es esencial la realización de programas orientados a la salud materna, algo que también aconseja UNICEF en su informe, para eradicar en parte la consecuente desnutrición infantil, que de todas formas necesita programas específicos de ayuda. Durante el embarazo, componentes como el ácido fólico o el hierro son vitales para la buena salud del niño.


La desnutrición infantil, por lo tanto, es un problema sobre el que los países desarrollados deben trabajar, destinar recursos y planificar nuevos programas. Un estudio del Instituto Internacional de Investigación y Códigos Alimentarios alerta de que 132 millones de niños pasarán hambre en el 2020, un dato alarmante que pone a prueba a todos los organismos internacionales.

Diez principales causas de muerte infantil

Diez principales causas de muerte infantil


 



Causas de muerte infantil 1996


Anomalías congénitas del corazón 2.4


Bronquitis crónica, enfisema y asma 3.8


Bronquitis y bronquiolitis 1.7


Complicaciones obstétricas 1.2


Crecimiento fetal lento 12.1


Hipoxia, asfixia y otras similares 23.6


Infección intestinal mal determinada 8.0


Influenza (gripe) -


Meningitis 0.9


Neumonía 9.2


Desnutrición proteíno-calórica 2.8


Pirexia de origen desconocido -


Sarampión -


Tétanos neonatal -


Tosferina -


Traumatismo de nacimiento -

El Descenso De La Mortalidad Infantil Es Importante Pero Insuficiente

El Descenso De La Mortalidad Infantil Es Importante Pero Insuficiente



 El 75% de las muertes de menores de cinco años se produce en 18 países



 La mitad de las defunciones se registra en el África subsahariana


 La región que más ha progresado desde 1990 es Latinoamérica y el Caribe


MADRID.- Desde 1990, las muertes de niños menores de cinco años han pasado de 12,5 millones a los 8,8 millones registrados en 2008. Este descenso, si bien positivo, es insuficiente para alcanzar el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio que persigue reducir estos decesos en dos tercios para el año 2015. Según un informe revelado por UNICEF, sólo los países ricos y la zona de Asia del este y Pacífico están en números que satisfacen esta meta.


La mitad de los niños menores de cinco años que fallecieron en 2008 residían en India, Nigeria, la República Democrática del Congo, Pakistán o China. Estos son los cinco países que lideran la lista de los 18 que concentran el 75% de la mortalidad antes de los cinco años. Como es habitual en este tipo de estadísticas, África y Asia registran el 93% de todas estas muertes.


Estas son algunas de las conclusiones de un informe elaborado por el Grupo para la Estimación de la Mortalidad Infantil (IGME, por sus siglas en inglés), cuyos principales resultados recoge un artículo de la revista 'The Lancet'. Este organismo fue creado conjuntamente por UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, la División de Población de Naciones Unidas y miembros de la comunidad académica para determinar con la mayor precisión posible las cifras de mortalidad infantil en el mundo.


Basándose en nuevas fórmulas para elaborar sus estimaciones, especialmente dificultosas en los países más pobres, el documento del IGME señala que en 2008 se produjeron en el mundo 8,8 millones de muertes entre menores de cinco años. Respecto a 1990, esta cifra supone una reducción del 28%. Aunque el progreso es sustancial -10.000 niños menos mueren cada día-, el progreso es "extremadamente insuficiente para alcanzar el objetivo del milenio en 2015", subraya el artículo.


Pequeños avances en los países en desarrollo


Las regiones peor situadas con el África subsahariana y el sudeste asiático, donde uno de cada siete y uno de cada 13 niños, respectivamente, morirá antes de su quinto cumpleaños. Lo "alarmante es que entre los 67 países con las tasas de mortalidad más altas (40 por cada 1.000 o más) sólo 10 están en el camino de alcanzar el objetivo marcado por la ONU para 2015", señala los autores del documento.


"Estos datos instan a alcanzar un esfuerzo mejor coordinado para acelerar el progreso, que requerirá la combinación de diferentes estrategias", añaden. Medidas, tal vez, similares a las que han permitido el progreso en Latinoamérica y el Caribe, la región que más ha avanzado desde 1990. Esta zona, junto con la Europa Central y del Este y los países de la Commonwealth ha logrado una reducción de más del 50% en la mortalidad de los menores de cinco años.


Las claves para acelerar este descenso, que "se puede lograr incluso en los medios más pobres", apostilla el informe, pasa por identificar las principales causas de mortalidad en cada zona y luchar contra ellas, llegar hasta los grupos de población más aislados y proporcionar cobertura con igualdad, concluye.

Mortalidad infantil mundial está en un punto bajo récord


Por primera vez, la cantidad de niños que muere antes de su quinto cumpleaños cada año ha caído un récord de menos de nueve millones, un hito significativo en el esfuerzo mundial para mejorar las oportunidades de sobrevivencia de los menores, particularmente en el mundo en desarrollo, según datos recientes de Unicef.
La tasa de mortalidad infantil ha descendido en más de una cuarta parte en las dos últimas décadas –a 65 por cada mil nacidos vivos el año pasado, de 90 en 1990–, en gran medida por la distribución cada vez más amplia de tecnologías económicas, como vacunas contra el sarampión y mosquiteros para prevenir el paludismo.

 
Otras prácticas simples ayudan, dicen expertos en salud pública, como el incremento en la alimentación solo con leche materna durante los primeros seis meses de vida, lo que protege a los niños contra diarreas causadas por aguas sucias.



Los países ricos, organismos internacionales y filántropos, como Bill y Melinda Gates, han asignado millones de dólares a la campaña. Escolares y grupos religiosos también han intervenido, pagando los mosquiteros y programas alimentarios.

 
En conjunto, han ayudado a reducir la cantidad de niños menores de cinco años que murieron el año pasado, la que llegó a 8,8 millones –la más baja desde que se inició el registro en 1960, dijo Unicef, de 12,5 millones en 1990–.

 
“Son 10.000 niños que no mueren cada día”, señaló Ann M. Veneman, directora de Unicef. Aun así, todavía falta un largo camino por recorrer para lograr el objetivo establecido por los líderes de 189 países en el 2000: reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes para el 2015. Todavía están relativamente descuidadas la neumonía y la diarrea, las dos causas principales de muerte infantil, en especial si se comparan con el paludismo y el sarampión, dicen los expertos.



“Si como mundo decimos que nos importa salvar a los niños, y atacamos sistemáticamente el problema, paso a paso, podemos hacer progresos, y es realmente importante que la gente sepa eso”, señaló Melinda Gates en una entrevista.

 
Uno de los descensos más vertiginosos en la mortalidad infantil se ha dado en este país, donde la mitad de los niños está atrofiada por la desnutrición, tan privados de médicos y enfermeras, que trabajadores con nivel educativo de enseñanza media administran antibióticos. No obstante, por cada mil infantes nacidos en el 2008, sobrevivieron a su quinto cumpleaños 125 más que en 1990.

 
El éxito de Malaui y el de países en desarrollo no eran inevitables. Sudáfrica, el país más rico subsahariano, aunque aquejado por lo que sus científicos y médicos describen como una fallida dirigencia política en cuanto a política de salud en la última década, es uno de solo cuatro países que han experimentado un aumento en las tasas de mortalidad entre niños menores de cinco años de 1990 al 2008. Los otros son Chad, Congo y Kenia, según los datos nuevos, producto de un análisis de encuestas domiciliarias y otras informaciones de Unicef, de la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y la división de población de las Naciones Unidas.

 
Malaui ilustra la esencia de las campañas más exitosas para reducir la mortalidad infantil: ha encontrado formas creativas para conseguir tratamientos y métodos preventivos más rentables para mujeres y niños, incluso en áreas rurales remotas. Esa intervención ha incluido no solo mosquiteros y vacunas, sino también medicamentos para desparasitar y suplementos con vitamina A que refuerzan al sistema inmunológico.

 
Quizás el arma más poderosa de Malaui sea sus filas de más de 10,000 aldeanos, con nivel educativo de segunda enseñanza, que fungen como trabajadores de la salud. Con una capacitación mínima de 10 semanas, listas de control médico para ayudarse a diagnosticar a los asesinos de niños, y bicicletas resistentes administran medicamentos e inyectan.

 
“Estos días, cuando se enferma un niño en la noche, la madre puede tocar a la puerta de un asistente en salud”, dijo Teresa Frazier, con 40 años. Su propia hija de cinco años murió tras enfermar una noche cuando Frazier era una joven madre en una aldea malauí de chozas de adobe, ubicada a muchos kilómetros de la ayuda médica más cercana.

 
Un día reciente, Frazier caminó hasta la casita de dos cuartos de Blessings Mwaraya, de 27 años, un trabajador de la salud que vive entre árboles de plátano, aguacate y mango. Frazier, quien parió 9 niños, siete de los cuales sobrevivieron, dijo que ya no podría manejar a más. Fue a que le pusieran una inyección de Depo Provera para el control de la natalidad. Mwaraya, quien gana 90 dólares mensuales, sacudió la botellita de cristal con la solución, la extrajo con la aguja y la inyectó en el brazo. Expertos en salud dicen que la planeación familiar permite que las mujeres espacien los nacimientos y tengan menos hijos, ayudándolas a criar infantes más sanos y mantenerlos mejor en su crecimiento.


“Todavía es difícil alimentarlos a todos”, dijo Frazier sobre sus hijos sobrevivientes, y señaló la mísera producción de maíz en su pequeña milpa. Mwaraya expresó que si hubiera estado en la aldea cuando era más joven, habría decidido tener sólo cuatro hijos.



Mwaraya conservaba el Depo Provera en una caja de madera, dividida en compartimentos también llenos de medicamentos para los principales asesinos de niños: cotrimoxasol, un antibiótico barato, contra la neumonía; sales orales para rehidratación en caso de diarrea, y Coartem, una medicina contra el paludismo. “Mi interés era asistir a mis compatriotas que se enfermaban, pero nunca recibían tratamiento en las aldeas", expresó Mwaraya, vestido con un uniforme de pantalones azul claro y chaqueta de manga corta.

El Objetivo: Reducir la Mortalidad Infantil



Metas para 2015:



Reducir la mortalidad en la infancia en dos terceras partes, de los 93 niños por cada 1000 que morían antes de cumplir cinco años en 1990, a 31 por cada 1000 en 2015.


La supervivencia de la infancia es el núcleo fundamental de todas las actividades de UNICEF.


Alrededor de 29.000 niños y niñas menores de cinco años- 21 por minuto- mueren todos los días, especialmente de causas que se podrían evitar.


Más de un 70% de los casi 11 millones de muertes infantiles que se producen todos los años se deben a seis causas: la diarrea, el paludismo, las infecciones neonatales, la neumonía, el parto prematuro o la falta de oxígeno al nacer.


Estas muertes se producen sobre todo en el mundo en desarrollo. Un niño de Etiopía tiene 30 veces más probabilidades de morir al cumplir cinco años que un niño de Europa occidental. Entre las muertes infantiles, en Asia meridional y central se producen las mayores cifras de muertes neonatales, mientras que en África subsahariana se registran las tasas más elevadas. Dos terceras partes de las muertes ocurren en solamente 10 países.


Y la mayoría se pueden evitar. Algunas de estas muertes se deben a enfermedades como el sarampión, el paludismo o el tétanos. Otras son el resultado indirecto de la marginación, los conflictos y el VIH/SIDA. La desnutrición y la falta de agua potable y saneamiento contribuyen a la mitad de todas estas muertes infantiles.


Pero las enfermedades no son inevitables, ni tampoco los niños enfermos tienen por qué morir. Las investigaciones y la experiencia indican que 6 millones de los casi 11 millones de niños y niñas que mueren todos los años podrían salvar la vida por medio de medidas nada sofisticadas, basadas en pruebas empíricas y eficaces en relación a sus costos, como vacunas, antibióticos, suplementos de micronutrientes, mosquiteros tratados con insecticida y una mejora de las prácticas de atención familiar y lactancia materna.


Estas medidas forman la base de las actividades de UNICEF para ayudar a los niños y niñas a sobrevivir, y se llevan a cabo por medio de cientos de aliados y de las oficinas sobre el terreno -así como empleados itinerantes- en todo el mundo.


UNICEF responde mediante:


La provisión de intervenciones de salud y nutrición de gran impacto. En alianza con los gobiernos, la OMS y otras entidades, UNICEF tiene por objetivo ampliar la escala de intervenciones de salud y nutrición con una eficacia demostrada, de gran impacto y rentables, para reducir el número de muertes neonatales y de niños y niñas de corta edad a causa de enfermedades que se pueden evitar y tratar fácilmente.


UNICEF es el mayor comprador de vacunas del mundo, ya que adquiere más del 40% de todas las vacunas que se utilizan en el mundo en desarrollo. Aunque las tasas mundiales de inmunización han aumentado de menos de un 20% en los años 1970 a alrededor de un 74% en 2002, todavía es necesario llegar a millones de niños y niñas.


UNICEF negocia precios favorables y realiza previsiones de las necesidades de vacunas para asegurar estabilidad en el suministro. Las metas son, entre otras, aumentar la cobertura de inmunización a por lo menos un 90% a nivel nacional y a un 80% en todos los distritos, haciendo un particular hincapié en llegar a los grupos de población con niveles de cobertura reducidos, y lograr la eliminación total de la poliomielitis.


Cuando distribuye vacunas, UNICEF incluye suplementos de micronutrientes para luchar contra la desnutrición, otro factor fundamental para la supervivencia de la infancia. Los suplementos de vitamina A, si se toman cada cuatro o seis meses, pueden reducir la mortalidad infantil debida a todas las causas hasta en un 23%, las muertes derivadas del sarampión en un 50% y las que produce la diarrea en un 33%.


Otra meta en esta esfera es aumentar la tasa de niños y niñas que duermen bajo mosquiteros hasta por lo menos un 60% en las zonas donde el paludismo es endémico. Esta enfermedad es responsable de la muerte del 10% de niños y niñas menores de cinco años en los países en desarrollo.


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las condiciones deficientes en la etapa neonatal son la causa más importante de la mortalidad infantil. Todos los años mueren en su primera semana de vida 4 millones de recién nacidos. Como respuesta, UNICEF defiende y promueve programas para aumentar las tasas de lactancia materna exclusiva. La base más firme para la salud infantil es la nutrición, y el mejor alimento para los recién nacidos es la leche materna. El amamantamiento protege al recién nacido contra la diarrea y las enfermedades agudas de las vías respiratorias, estimula su sistema inmunológico y mejora su respuesta a la vacunación, y además contiene varios cientos de moléculas, enzimas, proteínas y hormonas importantes para la salud.


La salud de la madre es también fundamental para los recién nacidos, especialmente a la luz de las nuevas investigaciones que indican que un entorno neonatal favorable es un elemento importante para predecir un futuro saludable. Junto a la OMS y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), UNICEF aboga en favor de programas integrales de salud de la comunidad para mujeres embarazadas, y les ofrece apoyo técnico y financiero. Esto debería incluir la provisión de suplementos de micronutrientes, vacunas, medicamentos antipalúdicos y mosquiteros tratados con insecticidas.


Mejorar las prácticas de atención familiar. En los países en desarrollo, alrededor del 80% de la atención de la salud se presta en el hogar, y la mayoría de los niños y niñas que mueren lo hacen en casa, sin que los examine un trabajador de la salud. Además, muchas familias no practican aún una alimentación infantil apropiada ni la lactancia materna. Alrededor de un 40% de las muertes infantiles podrían evitarse con una mejora en la atención familiar y comunitaria, que no requiere equipos de alta tecnología, sino acceso a información adecuada, apoyo y suministros básicos.


Trabajando con los gobiernos, los agentes de salud y las comunidades sobre el terreno, UNICEF ayuda a las familias a aprender actitudes esenciales y conocimientos básicos sobre la salud, especialmente en lo tocante al cuidado de los recién nacidos. Esto incluye mejores prácticas en lactancia materna y alimentación complementaria, higiene y eliminación segura de la excreta.


UNICEF trabaja también para integrar mejor los sistemas que distribuyen suministros básicos y proporcionan servicios de salud a las familias más pobres. Los trabajadores sanitarios y de difusión reciben capacitación para apoyar una mejor paternidad o maternidad, la atención de las madres, la alimentación infantil, las prácticas para obtener atención entre las familias y las comunidades a fin de prevenir enfermedades, y una gestión óptima de las enfermedades infantiles.


Esto incluye el tratamiento de la diarrea, incluso mediante la utilización de las sales de rehidratación oral, y de las infecciones agudas de las vías respiratorias como la neumonía.


Aumentar el acceso al agua y el saneamiento mejorados. UNICEF contribuye a desarrollar sistemas para el control de enfermedades transmitidas por el agua como el gusano de Guinea y el cólera, que perjudican la supervivencia y el desarrollo infantiles, reducen la productividad e incrementan los costos de atención de la salud. La lucha para encontrar agua y recursos higiénicos aumentan sobre todo la carga que soportan las niñas y las mujeres.


En estrecha colaboración con los gobiernos, UNICEF ayuda también a fortalecer las políticas y los presupuestos y prestar apoyo a las capacidades técnicas en los programas para la promoción de la higiene, el saneamiento, las opciones rentables de abastecimiento de agua y calidad del agua, especialmente para las familias pobres de los medios rurales y urbanos. Estas actividades tienen como objetivo alcanzar los Objetivos del Milenio 4 y 7.


UNICEF contribuye también establecer alianzas que agrupan competencias y recursos, especialmente en su papel de promoción, facilitación y coordinación en situaciones de emergencia.


Responder rápidamente a las situaciones de emergencia. UNICEF es también una de las primeras organizaciones humanitarias que llegan a la escena después de que se produce una crisis, y ayudan a establecer sistemas de seguimiento, a organizar alianzas y a distribuir vacunas y suplementos de vitamina A. UNICEF ayuda también a financiar y construir instalaciones de agua y saneamiento para tratar de evitar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.


Al proporcionar suministros, personal y asistencia en instalaciones y saneamiento, UNICEF también ayuda a que los niños y niñas regresen a la escuela, una medida que apoya varios de los Objetivos. En las escuelas, los niños están registrados y protegidos, supervisados por adultos, y tienen acceso a atención de la salud, alimentación y recursos de saneamiento.


Progresos


En sus 60 años de existencia, UNICEF ha sido testigo de una reducción de un 50% en la mortalidad de menores de cinco años entre 1960 y 2002. Hemos observado que la administración de suplementos de vitamina A puede salvar más de un cuarto de millón de vidas todos los años; que la terapia de rehidratación oral puede evitar un millón de muertes; y que los programas de inmunización pueden proteger la vida de 4 millones de niños.


Pero los progresos para alcanzar este Objetivo del Milenio son los que se encuentran en peor situación. En 2002, 7 de cada 1000 niños y niñas en los países industrializados morían antes de cumplir cinco años. En Asia meridional, 97 de cada 1000 niños y niñas mueren antes de tener cinco años. Y en África subsahariana, la cifra es de 174 por cada 1000 niños y niñas.


Un total de 90 países, 53 de ellos en desarrollo, deberían cumplir el Objetivo de 2005 de reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes, si mantienen la tasa media anual de reducción actual. Pero 91 países en desarrollo se encuentran muy rezagados. En muchos se han producido aumentos en las tasas de mortalidad desde 1990: varios países de África subsahariana, así como Iraq y algunos antiguos miembros de la Unión Soviética.


El número de niños y niñas huérfanos y vulnerables a causa del VIH/SIDA se calcula que alcanzará los 25 millones a finales de la década, y 18 de ellos estarán en África subsahariana. Esto, junto a los escasos progresos alcanzados en la lucha contra el paludismo, significa que las amenazas a la supervivencia infantil son tan graves como nunca.