La Mortalidad Infantil !!

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sábado, 4 de septiembre de 2010

Infecciones respiratorias, desnutrición y accidentes caseros: causas de mortalidad en menores de cinco años

Infecciones respiratorias, desnutrición y accidentes caseros: causas de mortalidad en menores de cinco años



El cuidado de los padres hacia sus hijos y el fotalecimiento de las políticas institucionales son algunos elementos necesarios para evitar esta clase de problemas.


Las infecciones respiratorias, la desnutrición y los accidentes caseros son unas de las causas principales de mortalidad en niños menores de 5 años.


La mortalidad infantil es un indicador del nivel de desarrollo de un país y, de algún modo, el reflejo de sus prioridades, según Unicef. En Colombia, la tasa de mortalidad en menores de 5 años es de 22 niños por cada 1.000 nacidos vivos.


La primera causa de fallecimientos en esta edad es la infección respiratoria aguda (26 por ciento), seguida de la desnutrición y la anemia (21 por ciento), las malformaciones congénitas (19 por ciento) y los accidentes en el hogar (17 por ciento). Entre más pequeño es el niño, más probable es que el accidente lo cause alguien cercano a él (un familiar).


“El 75 por ciento de las muertes antes del primer mes de vida se presentan en la primera semana y representan el 51 por ciento de la mortalidad en infantes menores de 5 años”, afirma Hernando Baquero, presidente de la Asociación Colombiana de Neonatología. Las principales causas son prematurez, infección severa, asfixia y sus complicaciones.


La tasa de mortalidad en menores de 1 año es de 16 niños por cada 1.000 nacidos vivos. La neonatal (antes del mes de vida) se estima en 12 por cada 1.000 nacidos vivos –otros hablan de 7,2-. En el 2006 fallecieron 6.753 bebés entre el nacimiento y los 28 días, de acuerdo con registros del Dane.


Según el doctor Baquero, la probabilidad de morir en los primeros 28 días de vida se duplica en zonas como el Chocó, los Llanos Orientales y la Costa Atlántica.


“Con respecto a la mortalidad fetal o neonatal, se estima que un alto porcentaje está definido por el estado de salud de la madre, otro por la organización de los servicios de salud e, igualmente, por las condiciones del feto”, indica el Ministerio de la Protección Social. En América Latina y el Caribe –dice un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)- nacen cada año alrededor de 12 millones de niños y de estos se calcula que cerca de 400.000 mueren antes de cumplir los 5 años de edad y 270.000 fallecen antes del primer año. Entre 1990 y el 2003, el promedio regional de la mortalidad infantil disminuyó de 43 a 25 por 1.000 nacidos vivos.


Causas prevenibles


La IRA (Infección Respiratoria Aguda) y la EDA (Enfermedad Diarreica Aguda), por ejemplo, son prevenibles con lactancia materna, higiene y saneamiento básico, vacunación y controles médicos.


En los recién nacidos, el bajo peso al nacer es otra causa de mortalidad y tiene estrecha relación con la nutrición de la mamá. “La probabilidad de que un niño con bajo peso fallezca en el primer año de vida es de dos a cuatro veces mayor comparada con la de los niños que nacen con un peso adecuado. Además, tiene mayor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades coronarias e hipertensión arterial, patologías adultas de origen fetal”, afirma Nora Corredor, oficial de proyectos de salud y nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef.


La desnutrición y la anemia también son prevenibles; así mismo, enfermedades congénitas como los defectos del tubo neural. Estos se pueden evitar en más de un 50 por ciento con el consumo de ácido fólico antes del embarazo, indica la experta. Si las mujeres en edad fértil ingieren alimentos ricos en este nutriente, disminuyen las probabilidades de dicha malformación, conocida como espina bífida, pues el tubo neural se forma en las primeras semanas de gestación.


Si en los primeros tres meses de embarazo la mujer no come de forma balanceada, afecta la capacidad del embrión para desarrollarse y sobrevivir; así mismo, una nutrición deficiente al final de la gestación puede provocar retraso en el crecimiento fetal.


En este estado se requieren calorías adicionales al día y mayores cantidades de vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas. “No podemos separar la salud de la madre de la del recién nacido, y la mortalidad materna es alta aún. Cuando la mujer muere en los momentos previos al parto, es mayor la probabilidad de que ese hijo muera en el primer año de vida. Hay que disminuir la mortalidad neonatal con servicios de atención obstétrica de calidad, alimentación adecuada a las gestantes y atención adecuada en el posparto”, comenta la oficial Nora Corredor.


Así mismo, una atención de calidad desde la gestación podría disminuir la muerte prenatal. En el país mueren, en promedio, cerca de 600 gestantes cada año por complicaciones derivadas del embarazo y el parto. En el 2006, la tasa de mortalidad se ubicó en 75 muertes por cada 100.000 nacidos vivos (dato del 2006). Aunque si bien aún es alta, es mucho menor que la registrada en el año 2000: 104,9 por cada 100.000.


Según el Ministerio de la Protección Social, ha habido una reducción cercana al 46 por ciento en estas cifras entre los años 1998 y 2006.


Las principales causas de mortalidad materna son: enfermedad hipertensiva, hemorragias, complicaciones del embarazo, el parto y el puerperio, infecciones, parto obstruido, enfermedades infecciosas y aborto.


“Gran porcentaje de la morbilidad y mortalidad materna está relacionada con las condiciones de operación del servicio, del conocimiento y habilidad del talento humano para resolver adecuada y oportunamente las complicaciones”, dice el Ministerio.

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